Transformación de olefinas en el proceso químico orgánico

En petroquímica, el exceso de gases de hidrocarburos puede convertirse de forma rentable en gasolina alquilatada de alta calidad mediante el refinamiento y el craqueo – para su uso, por ejemplo, en motores modernos. La primera parte del procedimiento consiste en isomerizar el n-butano (alcano) por deshidrogenación. De este modo se obtiene una mezcla de aproximadamente 50/50 de isobutano e isobutileno, que se procesa posteriormente mediante un pretratamiento de olefinas, seguido de un proceso de alquilatación, mediante el cual las olefinas gaseosas se obtienen catalíticamente utilizando ácido sulfúrico concentrado o ácido fluórico a bajas temperaturas. El tratamiento posterior del agua de refrigeración del proceso tiene lugar fuera de la zona explosiva. En comparación con la alquilatación directa del isobutileno, esta tecnología ofrece ventajas económicas al operador, ya que se duplica la producción de gasolina alquilatada. Además, como el suministro de butano está aumentando en todo el mundo, a menudo merece la pena que los operadores conviertan sus plantas de MTBE existentes a este tipo de proceso.

Gracias a sus muchos años de experiencia en el área de la petroquímica, KROHNE dispone de una amplia gama de equipos de medida adecuados para su uso en tuberías y tanques para aplicaciones de petróleo y gas. Esto incluye, por ejemplo, caudalímetros y transmisores de nivel para su uso en zonas explosivas en procesos con hidrocarburos, así como líquidos corrosivos como el ácido sulfúrico. Nuestros transmisores de nivel permiten realizar mediciones continuas y sin contacto tanto en depósitos de almacenamiento y proceso muy pequeños como muy grandes – incluso en puntos de medida de difícil acceso. Los sensores de conductividad (tanto conductivos como inductivos) y los sensores para otros parámetros del agua completan la amplia gama para el tratamiento del agua de refrigeración en el procesado de olefinas.